PRESENTACIONES ONLINE (1)
Esta entrada es sugerencia de un alumno del curso en la Cámara de Comercio de Terrassa, que hoy termina. Cada vez es más frecuente encontrarse con una presentación online. Veamos algunos consejos para superar con nota eso de dirigirse a un auditorio virtual.
Una presentación online puede tener varios formatos. Desde la videoconferencia (uno-a-uno o varios-a-varios) y los webinars o webcast, en los que un orador “emite” una conferencia para varias personas (uno-a-varios). Los más próximos a una presentación analógica son la videoconferencia uno-a-uno, y los webinars y webcast. Sea en el formato que sea, los diferentes software para este tipo de presentaciones cada día se perfeccionan; y quizás nos encontremos dentro de poco emitiendo nuestra presentación para un público a cientos de kilómetros de nosotros (y miles entre ellos).
La cuestión fundamental para encarar este tipo de conferencias es conocer (o familiarizarte con) la sensación que te va a producir la cámara. En lugar de estar en una sala de conferencias, vas a estar solo. En lugar de estar delante de varias personas, vas a estar delante de tu ordenador, o de tu cámara. Y eso lo cambia todo. Exactamente lo mismo nos pasa a los actores cuando pasamos de actuar en un teatro, a hacerlo en un plató de cine o de tv. ¿Quieres saber cómo lo hacemos?
Lo primero a tener en cuenta es que tu ocupación principal es la misma: transmitir una idea. Esa es la razón fundamental de lo que haces. Por tanto, lo que vas a hacer en tu presentación online es lo mismo que en una analógica pero en un código distinto. Lo natural en un escenario, con la audiencia a varios metros de distancia, será excesivo cuando tienes la cámara a unos pocos centímetros. La cámara amplifica todo lo que hacemos.
"La cámara te ama profundamente. Está pendiente de cada una de tus palabras, de cada una de tus miradas; no puede apartar los ojos de ti."
Actuando para el cine, Michael Caine.
Sin embargo, esa devoción es un arma de doble filo: la cámara va a amplificar tanto lo mejor, como lo peor de tu presentación. Una duda imperceptible en un escenario cobrará muchísimo valor al ser captada por una cámara. Un vistazo a tus notas será percibida como una ENORME desviación de tu mirada. Un balbuceo, las muletillas, o cualquier síntoma de nerviosismo se amplificarán enormemente… Por lo tanto:
PREPÁRATE AL MÁXIMO.
Los ensayos y la memorización son fundamentales. Trabaja a fondo las ideas que quieres transmitir, y ensáyalas cuanto más mejor. Ensáyalas con el ordenador/webcam, por supuesto. Si necesitas notas, utiliza post-its y colócalos tan cerca como sea posible del objetivo de la webcam. Dependiendo del software podrás tener las notas en pantalla sin que tu audiencia las vea. Aprovéchalo. ¡Cuanto menos tengas que desviar la vista para consultarlas, mejor!
LOS VISUALES.
Quizás el hecho de tener la tecnología tan presente te haga caer en la tentación de usar más visuales de la cuenta. No te lo aconsejo. Recuerda que tu objetivo principal es el mismo que en una presentación analógica. Los visuales están ahí para mejorar la comprensión de tu mensaje. Si no tienen ese fin, ahórratelos.
¿Y EL FEED-BACK?
Dependiendo del formato, podrás ver (o no) a tu audiencia. Quizás a todos, o tal vez sólo a unos pocos. Sea como sea, céntrate en el objetivo de la cámara. Las desviaciones de la mirada, como digo, se amplifican enormemente, y lo que a ti te parece lógico –ver la reacción de quien te escucha- te hará tener una actitud extraña de cara a quien te vea (“¿Dónde mira?” “¿Por qué?”). Mirar al objetivo es mirar a los ojos de la gente. Tenlo en cuenta.
¿Qué hacer entonces, para asegurarnos de que no se han dormido? Busca momentos de distensión. Momentos para verificar ese feed-bak. Pregunta abiertamente y déjalo claro. La gente entenderá perfectamente porqué se desvía tu mirada, y luego seguirán el resto de la presentación sin problemas.
Seguiremos la semana que viene, con algunos consejos y truquillos de perro viejo para tus presentaciones online.
“A más ver…”